
¿Cuales son las cuerdas que han tocado
los innumerables sufrimientos que millones de seres padecen diariamente?
¿Qué serpientes se arrastran en nuestra conciencia,
Zigzagueándole a las culpas y al temor?
¿Por qué han sonado en nuestras cabezas,
melodías truncas de aires libertarios,
trayendo voces de lucha, justicia y no-resignación?
¿Por qué un día como tantos no fue el mismo,
y amaneció sacudiendo nuestro apabullado sentimiento,
y ya no importaron las deudas, ateneos, microondas,
colegios, celos, agendas recargadas y pagares amontonados?
Un tsunami de penas, de torturas, de condenas,
arraso con nuestro corazón,
y supimos de repente que el silencio olía a estiércol,
y la mentira planchaba las camisas de nuestra comodidad,
había sangre, había terror y muerte dentro del ropero,
en la alacena, en todo el refrigerador,
y en el baño, sobre la cama, en los zapatos,
y hasta en los juguetes del bebe,
y ese día en que cambio nuestra corta vida,
y sé barrio por siempre con la complicidad,
con los crímenes más impunes que la historia misma
intenta en vano sepultar,
Ese día cruzamos de trinchera,
y nos plantamos de cara a la mentira,
al genocidio, a lo más macabro del horror,,
Ese día nacimos nuevamente,
y sabemos que no hay marcha atrás,
por ellos y por nosotros,
insomnes centinelas contra el destino atroz.